El Alto Mando del Tridente Tohaa, fiel a su doctrina de “Dejar que sean otros los que luchen en tus guerras”, supo reconocer rápidamente el potencial militar del proyecto de Exaltación de la raza Chaksa. Tan pronto como las primeras pruebas de Exaltación resultaron exitosas, el Tridente se implicó directamente en el proyecto para asegurase una parcela de control sobre sus resultados. De tal modo, durante el proceso de formación de los Chaksas que han sido exaltados se les inculcan los preceptos e ideales del Tridente. Mediante el adoctrinamiento, el Alto Mando se asegura un número constante de reclutas Chaksa que, al concluir su período de aprendizaje, pasan a engrosar las filas de las fuerzas militares Tohaa. Los Chaksa resultan unos excelentes operativos ligeros. Su resistencia y sus excepcionales cualidades físicas hacen de ellos unas tropas todoterreno, capaces de marchar infatigablemente cargando con biodispositivos de localización y con todo el equipo de la fuerza de combate bajo las peores condiciones ambientales posibles sin la menor queja. Pero es en medio del combate donde los Auxiliares Chaksa destacan por su valor y por su lealtad inquebrantable hacia la causa Tohaa, luchando hasta el último aliento por aquellos que los han exaltado como raza sentiente y les han permitido ganarse su posición en el mapa galáctico.
